XIX+344 pp.+2 hh.+4 pp.+1 h. Media piel de época. 20,5x14,5. Imp. de Eusebio Aranda. Líma, junio de 1861.

Palau, 364760, cita la obra sin describirla. Francisco de Paula G. Vigil nació en Tacna el 13 el septiembre 1792 y falleció en Lima el 9 de junio de 1875. Estudió en el Seminario de Arequipa entre 1803 y 1812, ordenándose de sacerdote en 1818. Desempeñó por espacio de treinta años el cargo de Director de la Biblioteca Nacional de Lima, situación que le permitió el acceso a cantidad de libros que ornaron su extraordinaria erudición. Hizo incursiones en el periodismo al dirigir El Diario del Rímac, de manifiesta tendencia liberal. La obra que ofrecemos está dedicada a la memoria de Clemente XIV, el Papa que declaró la extinción de la Compañía de Jesús. En ella arremete contra la Orden haciendo uso de una importante batería erudita. Con ello quería que sus lectores tomaran conciencia de los peligros que, a su juicio, entrañaba la reinserción de los jesuitas en la vida hispanoamericana.Fue el autor un personaje controvertido que generó grandes simpatías en algunos y también se atrajo grandes odios.A su muerte, le fue negada la sepultura eclesiástica por el fanático clero de Lima. La obra que describimos lleva al final unos versos de M. Beranguer, ciertamente demoledores: \ Confundido Satanás / a sus sectarios decía: / nos persiguen hoy en día, / alumbremos más y más. / Dueño yo de la invención, / ordeno una gran misión; / y vendiendo nuestras cruces, / soplemos, soplemos luego, / porque apagando las luces, / encenderemos el fuego. / Villas, aldeas, egidos / sin cansarnos explotemos, / y cuallos zorros sabidos, / de Ignacio el rabo ocultemos....